En un 4×4, multiplicado por 2, vivía una criatura mítica dentro de un pueblo ultraortodoxo y subtropical, donde la vida transcurría en un ritmo pausado y sereno. Los días comenzaban con rezos matutinos y se llenaban de actividades comunitarias. Sin embargo, un fenómeno de la naturaleza apodado Yindra, conocida por su cabello rubio como el sol y su personalidad irreverente ante el apetito de la autodestrucción, amenazaba desde siempre con transformar todo aquello. Siendo todo lo contrario a la quietud del pueblo. Con su risa estridente y sus ideas alocadas, rápidamente se convirtió en el centro de atención. Su presencia era como una ráfaga de viento en un día tranquilo; sacudía todo a su paso. Al punto que se generó un efecto en cascada que invocó el espíritu de Billy the Kid (el lento) que estaba de paso perenne, llegó por un día y rentó libre un 1×2 por 2 años sin sexo tantrico y en contra de su voluntad, ya que es pacifista aunque las apariencias engañen y todos deban pagar cuentas.

Mientras tanto, el director de cine «El Conde», encargado de dirigir la película depende de su mano ambidiestra el Mago “Cindy”, y es que este, con justa razón, se negó a usar careta, por lo que pasó desapercibido. El aborto de la naturaleza en ese momento convertida en Godzilla estaba como en escena de ratón dentro de una madriguera. Por lo que no se pudo contener y organizó una fiesta salvaje sin invitar a nadie pero involucrando a todos, en medio del día sagrado de reposo, al estilo de Tarantino irrumpe con una escena, los vampiros no existen. Pero los zombies sí. Que los veo con mis propios ojos. Transformando la pacífica comunidad en un escenario de caos.

¡Resumiendo muchacho, si Yindras te desperpingas!

Nota: Guerra avisada mata a un soldado kamikaze y la muerte con sabor a café con leche. «Renta Free a costa del contribuyente» Y el aborto de la naturaleza a seguir generando caos. Mejor vivo que muerto.

Cuento por: Herick de Haro Pineda

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